domingo, 5 de enero de 2014

Retroceso de la deuda externa española hasta el nivel más bajo de la crisis.



Bien es sabido por los economistas, que la balanza de pagos es uno de los “termómetros” de la crisis. Actualmente, dicha estadística muestra que cada vez más españoles salen del país para buscar trabajo. Sin embargo, refleja una mejoría de la deuda externa española, que ha acelerado su ajuste en 2013.
El endeudamiento con el exterior fue el correlato financiero del milagro económico español, cuando el crédito masivo y barato alentó una burbuja inmobiliaria y de consumo. Cuando la crisis irrumpió, la deuda externa se convirtió en el principal foco de inquietud para los mercados por la rapidez con la que aumentó y por las escasas perspectivas de crecimiento económico.
El dato que nos ofrece el BancoCentral Europeo (BCE) de que las entidades españolas registraron en noviembre la mayor reducción en casi cuatro años –vendieron 10.900 millones- , junto con el descenso de 8.900 millones de octubre, sitúa la exposición global de la banca a la deuda soberana por debajo de la barrera psicológica de los 300.000 millones (295.000 millones).
Esta dinámica puede responder al examen global de la calidad de los activos que afronta el conjunto de la banca europea y unas pruebas de resistencia en las que se intuye que se llegue a penalizar una deuda exterior muy elevada, con el objetivo de romper el círculo viciosa generado entre la deuda soberana y la bancaria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario